lunes, 22 de abril de 2013

EL SISTEMA DEFENSIVO






Alguien dijo una vez que un boxeador ofensivo es en realidad un boxeador defensivo al que aún no le han dado una paliza. La defensa recoge donde no siembra, y en un deporte de contacto pleno el no darle prioridad puede tener resultados desastrosos en la salud física y mental del púgil. Está claro que el cuerpo humano y sobre todo el cráneo no están adaptados a recibir choques frecuentes y continuados (el cráneo de un gran simio lo está mucho más), y la necesidad de absorber, "matar" el golpe como lo hace un judoka o paracaidista es prioritario en el púgil.
Antes que nada debemos estudiar los mecanismos sinérgicos del cuerpo para la absorción. Cuando se produce una perturbación en el equilibrio se producen una serie de recalibraciones sinergias:
 Rigidez en distintos vectores articulares. La postura de la guardia sirve como referencia espacial, ante cualquier estímulo exterior que pueda perturbar el equilibrio (médula, cerebelo y sistema vestibular actúan junto al tendón de Aquiles mediante un sistema muy complejo de retroalimentación). La guardia es en realidad una superposición de módulos (cabeza,tronco, piernas) cuyo fin es mantener el centro de gravedad en la recepción de golpes y lanzar dicho centro en la ejecución de ataques. La guardia proporciona a la cabeza un punto de referencia sobre el estímulo exterior (el ataque del rival), de ahí que siempre intente rigidizar la posición de los brazos. Como cuando caminamos leyendo el periódico, o como el camarero que lleva una bandeja, la posición más o menos rígida es necesaria y de ahí parte una relación con los distintos vectores articulares más bajos.
 Reacción correctora del cuerpo (rotación del tobillo, desplazamiento de cadera, flexión de las piernas). El impacto recogido por el segmento alto es absorbido por el tobillo en un movimiento a favor del golpe, a fin de dejarlo pasar, de que el rival se vaya con el golpe y no tenga apoyo, impidiendo que pueda seguir encadenando.
 El empleo de la cadera tiene el mismo fin, permitiendo mayor juego en los desapoyos (tiene más amplitud) y un arsenal mayor de respuestas.
La flexión de las piernas permite que el blanco se reduzca (como hacen los tiradores cundo disparan con la rodilla en tierra), sin tener que modificar la apertura de la guardia.
Estas tres estrategias pueden ejecutarse a la vez, lo que hace que sea tan difícil golpear a un rival con buena defensa. Es el modo innato de reacción, y sobre eso se debe ir acoplando las técnicas que más abajo se explican. La frase de que un golpe te hace efecto si te pilla estirado, con miedo o sin que lo veas venir, está basada en esa reacción natural de absorción. El desabollo y la esquiva es hermano de la búsqueda de apoyo en los ataques y en las fintas


LOS OBJETIVOS DE LA DEFENSA
La defensa no se reduce a evitar los golpes o sus efectos, sino que abarca un conjunto de aspectos mucho más complicados (evitar las situaciones de peligro, destruir la composición táctica del ataque del rival, conseguir momentos de reposicionamiento y descanso dentro del asalto, trasladar un riesgo inmediato haciéndolo diferido, stopando su ataque de entrada, haciendo que los cambios de ritmo del combate se adapten a los propios, etc...).
LAS TÉCNICAS DEFENSIVAS
LAS SALIDAS DE DISTANCIA: Consisten en salir del campo de los ataques del rival, de un modo instintivo e infalible, sino hay distancia, no hay ataque. Es lo más seguro, pero impide contraatacar al rival, está penalizada por los jueces, y va dejando más ring para el rival. Es idónea para púgiles con envergadura y buena esgrima. Permite reposicionarse, pensar, enfriar la pelea, estirar los brazos para que circule la sangre y tener mas explosividad.
Boxeadores-espectáculo como Leonard, Whitaker, Páez adornan estas salidas con gestos defensivos exagerados, respetando eso si la falta de distancia, para calentar al rival, rellenar con algo su falta de aire, impresionar al público, y meter la pierna adelantada en busca de distancia mientras el rival mira otra cosa.
Boxeadores intimidatorios (Durán, Monzón, Louis) acompañan a estas salidas una posición de guardia con los guantes virados en dirección al rival, con una parada en las acciones con un gesto de altivez.
Boxeadores ringsiders (pelean junto a las cuerdas) como Hopkins, Judah, ejecutan las salidas con pasos laterales (el rival siempre es más rápido caminando hacia adelante que el defensor hacia atrás en línea recta), fingiendo salir hacia un lado y rompiendo bruscamente el gesto saliendo hacia el otro.
Estos pasos laterales deben hacerse con los guantes protegiendo las salidas, nunca más de dos o tres pasos en el mismo sentido (se adquiere una aceleración incontrolable y seríamos descifrados por el rival) y teniendo en cuenta que es una táctica de riesgo, pues si nos equivocamos en el sentido ampliamos el efecto del golpe del rival (sumamos las fuerzas y la acción se acorta en el tiempo).
Los movimientos de pies se deben de hacer como en el baloncesto (pasos añadidos) pudiendo ser a paso completo (moviendo los dos pies) o al medio paso (un solo pie), pasando por el centro de gravedad (mantenimiento del equilibrio), sobre las punteras para mayor rapidez pero siempre de manera comedida que implique poder aplicar un golpe. Debemos escapar, no huir.
Tipos de salidas defensivas:



Backstep: Paso hacia atrás, de forma oblícua. Permite salir de distancia pero mantiene la línea de combate. Horáriamente nos situaríamos a las 4, 5, 6, 7, 8. Enfría totalmente la pelea, sólo permite trabajar al remise.

Sidestep: Paso lateral, por fuera del brazo adelantado del rival. Permite salir de la línea de combate, pero mantiene la distancia de intercambio. Horáriamente, ante un diestro, sería las 3, 2, 1. Permite golpear las zonas laterales del rival, y golpearle por dentro si el rival se abre al buscarnos.

Cubanstep: Paso lateral por dentro del brazo adelantado del rival. Mucho más peligroso que el anterior (nos vamos a su mano buena), es utilizado para contrar por dentro al rival. Para minimizar los riesgos se debe efectuar una finta o un buen cierre con la guardia. Es típico de los Caribeños, implantado luego en Méjico para golpear al hígado, en lo que los Yankees llaman gancho mejicano (toda una globalización de un golpe).

LAS NEUTRALIZACIONES: Son técnicas exclusivamente defensivas que se ejecutan sobre la trayectoria del golpe paralizando el brazo del rival. El puño o antebrazo del defensor se interpone delante de hombro, el brazo, antebrazo, el puño del atacante, haciendo de obstáculo y evitando que las palancas articulares del atacante tengan fulcro.
Se emplean en la media, en el cuerpo a cuerpo y en las salidas de las esquinas. Como la anterior técnica, evita todo el efecto del golpe, pero gracias a no darle recorrido.
El clinch está dentro de esta clasificación, de anti-pelea. Un buen clinch debe hacerse pesando al rival (colocándonos sobre las punteras, con la cara en dirección contraria a la suya, para que no nos cabecee), para que se canse cargando nuestro peso y el suyo, mientras respiramos. El árbitro nos devolverá a la distancia.
La reiteración de esta conducta está penalizada por las cartulinas y por el árbitro, pero es un tiempo muerto y una ruptura de ritmo que los boxeadores más lentos o en el fin de su carrera emplean con habilidad.
Ver a un Durán anclando a Leonard, un Zaragoza sobreviviendo ante Morales, o un Alí en la decadencia nos permite apreciar la importancia de este trabajo.

LOS BLOCAJES: Consiste en el empleo de una protección de una zona sensible de nuestro cuerpo mediante el puño, la palma, el antebrazo, el codo, el hombro, no suprimiendo el golpe como lo hacen las dos anteriores técnicas, pero si suprimiendo sus efectos.
En el boxeo a distancia no debe utilizarse más que como último recurso (los golpes ya llevan una aceleración considerable), pero en la media y corta se utilizan mucho. En las series es conveniente alternar golpes y bloqueos.
El problema está en que el bloqueo impide la utilización de la mano en el contraataque, debemos pararnos al bloquear (resta fluidez), y en cierta medida el golpe es recibido.
Como ventaja tenemos el daño que propiciamos al miembro del rival (codazo en el puño del rival, tetanizacion en el bíceps, choque con el hombro), y la ruptura del ritmo y distancia.
Boxeadores con carencias de envergadura o predispuestos al corto lo emplean con éxito. Tal es el ejemplo de un Holyfield contra los grandes dinosaurios, cuando tiene que igualar la pegada del rival con sus dos otras manos. Otro boxeador muy hábil era Cerdan, que lo utilizaba para exprimirse en la corta.

LAS ESQUIVAS: Se basan en salir de la trayectoria del golpe mediante un desplazamiento de la cabeza, el busto o la cintura. El fin es evitar el golpe sin servirse de los brazos (para poder contrar) y sin salir de la zona de intercambio. En distancia larga se hacen con desplazamientos laterales o ligeras flexiones de piernas para evitar golpes a la cabeza. Es muy importante no sacar la cabeza de la vertical de la rodilla, pues a parte de estar penado, damos facilidades a la contra del rival.
En media distancia se emplean laterales, en flexion, en rotación y hacia atrás.
La esquiva intenta provocar una pérdida de equilibrio en el atacante al privarle del apoyo de su golpe, dejando más tiempo los huecos y tardando más en recoger su mano.
Es una técnica muy complicada, que requiere un dominio de la situación importante. La mayoría de los boxeadores dejan un hueco para obligar a un determinado tipo de ataque. No es conveniente abusar de ellas sin acompañarlas de golpes.
La utilización de esquivas en las escuelas americanas viene dada más por satisfacer la demanda de espectacularidad del público que por motivos de eficacia. La propia guardia americana (mano adelantada baja, invitando a entrar) está adaptada a un trabajo en las tres distancias, con carácter más ofensivo y de acción que la guardia continental, mas adaptada a la esgrima.
Boxeadores como Mosley, Qawi Braxton (el campeón crucero más bajo de la historia, 1.70 m, todo el aprendizaje y entreno lo hizo en su estancia en la cárcel, de donde sólo salía para boxear), Smoking (era como pegarle al humo) Joe Frazier, boxeadores de series largas con escasa envergadura dejan pasar los cañonazos del rival para subir pegando en los huecos que dejan las manos rectas.
En un símil futbolista regatean en corto ante un rival con palancas más grandes pero de menor elasticidad de ritmo. La capacidad de ejecutar estas esquivas (primas hermanas de las fintas) yendo hacia adelante, de una manera que a priori parece suicida no lo es tanto si nos paramos a pensar que los golpeas rectos son peligrosos, sobre todo en el tramo final de su recorrido (cuando consiguen la aceleración por el tiempo y la distancia recorridos).
Es corriente ver a Whitaker ejecutar todo tipo de esquivas pero fuera de distancia, como medio de impresionar al publico y descentrar al rival. En cambio es curioso como un boxeador como Joe Louis (probablemente el primer boxeador moderno), con un gesto cuasi autista, esquiva imperceptiblemente una izquierda para ajustar su derecha, como ejecuta un bailarín un salto de baile, de una gran complejidad y fuerza pero con gesto comedido, muy poco amenazador pero letal. La capacidad de simplificar el gesto para quedarse con lo esencial es patrimonio de los grandes campeones. Uno lo ve desde fuera y parece fácil.
Ese minimalismo lo vemos en púgiles puncheadores como Bowe, Monzón, Khaosai Galaxy, que son capaces de analizar las situaciones mas caóticas y resolverlas con un golpe claro, algo que puede parecer simple a primera vista.


LOS QUITES O INTERCEPCIONES: Mediante éstos se desvía la trayectoria del golpe (sobre todos rectos o largos) mediante una ligera presión sobre el puño o el antebrazo del rival, dirigiéndolo hacia el interior, favoreciendo el contraataque. Los quites por el exterior abren la guardia del defensor y sólo son recomendables si queremos contraatacar por dentro al rival. Es importante desviar un golpe izquierdo del rival con nuestra mano derecha (mano espejo), para no descubrirnos a su mano derecha. Repetir constantemente el mismo desvío (quitarme su jab constantemente con mi palma) puede ser motivo de ser cazado si nos dobla (con su crochet).
LAS COBERTURAS DE GUARDIA: Las guardias generalmente se van adaptando al trabajo del rival y a las intenciones del púgil. La guardia debe de servir para defender y disuadir (siempre en los movimientos defensivos hay que tener un guante por lo menos en posición amenazante de golpeo). Mantener una guardia constantemente alta, cansa (todo lo que hagas de más lo harás de menos), y ninguna es perfecta. La guardia se baja y se sube, se abre y se cierra según el momento de la pelea. El boxeador experimentado trabaja todos los esquemas defensivos hasta el fallo muscular para automatizar una telaraña de gestos que le permitan defenderse de cualquier serie y ángulo.


Conclusión: La defensa pasiva es un concepto inexistente y penalizado. El fin de la defensa es preservar, mantener (mantener una posición en el ring, preservar un estado físico aceptable mientras el rival se desgasta, mantener un resultado a la espera que finalice el encuentro, etc). El efecto que produce en el rival los golpes que se pierden o no tienen consecuencias es inversamente proporcional al incremento de confianza del defensor. Pero dejar la iniciativa ,el terreno y la acción al contrario es tan perjudicial como los ataques irracionales y constantes. La defensa y el ataque deben tener siempre un fin, un objetivo. A menudo se confunde la prudencia (se puede ser prudente eligiendo el rival, el momento, la situación... una vez en la pelea sobra la prudencia) con la indecision. Ver a boxeadores como se estabilizan en una fase defensiva después de haber trabajado a la ofensiva, es síntoma de una reflexión sobre la decisión de atacar al núcleo duro de forma definitiva o buscar una victoria por puntos. Esa determinación sobre como estoy (información segura), como se encuentra mi rival (información incierta, intoxicadora, cambiante), y los pasos que debo hacer, dentro de mis posibilidades, son factores que dan a este deporte la emoción de la que otros carecen, ese "aquí y ahora", ese lenguaje pero no lógica, esa premonición individual y no la ciencia exacta.




Francisco Menéndez Campa

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