martes, 20 de septiembre de 2011

RICARDO "FINITO" LOPEZ

Sin duda, de lo mejor que ha dado el boxeo en su larga historia. No tan conocido como debería ser, con un record de 51 victorias , 38 de ellas por KO, un nulo y O derrotas.
EL SEÑOR RICARDO "FINITO" LOPEZ




















2 comentarios:

  1. DE COMO NUNCA JAMAS PERDER

    Allá, en el reino de Tacubaya,
    donde su estrella jamás desmaya,
    nació Ricardo “Finito” López,
    buscando gloria, dando de golpes.

    Los más pensados, selecta esgrima,
    los jabs, los uppers, fueron su mina,
    sabia defensa, triunfal carrera,
    un sólo empate en su friolera.

    Chequen los récords, su palmarés,
    ni una derrota, ningún revés,
    ganar fue siempre su amanecer,
    ¿cómo es que nunca llegó a perder?

    El box es fiera guerra de puños,
    arte con guantes, fuera rasguños;
    “Finito” López, genial esteta,
    frágil figura, cuerpo de atleta.

    Que fue su templo, bien entrenado,
    muy obediente, ¡disciplinado!,
    siguió las dietas, formal, estricto,
    campeón mundial, retiro invicto.

    Gimnasio a diario, como en la escuela;
    porqué hacen daño, dejan secuela,
    un ¡no a las drogas!, un ¡no al dopaje!,
    que eso nos quede de aprendizaje.

    Pies bien plantados, guardia derecha,
    tiraba el recto como una flecha,
    ganchos, cruzados, de noche y día,
    Samurais rinden su pleitesía.

    El ring, la lona, el encordado,
    en la fistiana fue el más amado,
    sudor, esfuerzo, bendita esencia,
    técnica, orgullo, peleó con ciencia.

    Púgil azteca, título paja,
    gran minimosca, que no se raja,
    fácil doce años, retuvo el trono,
    en tal sentido, fue gran patrono.

    Toda victoria su autoproclama,
    notable ingreso al Salón de Fama,
    libra por libra de los mejores,
    hay que gritarlo, rendirle honores.

    Usó el cerebro más que las manos,
    ¡qué inteligencia!, . . . seres humanos,
    mentor excelso, Arturo, “El Cuyo”,
    de Magdaleno, su padre, orgullo.

    Hijo prodigio, un bien nacido,
    por sus amores . . . más que querido,
    valora mucho lo que es la vida,
    grata entereza en su alma anida.

    Véanle la estampa, miren su cara,
    como se expresa, su voz es clara,
    piensa, medita, muy estudiado,
    bueno . . . hasta canta, pues se ha cuidado.

    “Colgó los guantes”, la paz, sosiego,
    Maclovio amigo, por Lara apego,
    “Pobre de mí”, “Garrid”, poesía,
    Friedrich Nietzche, filosofía.

    De Herman Hesse, “Lobo Estepario”,
    trabajar siempre su don primario,
    conferencista, cronista a ultranza,
    comentarista, . . . punta de lanza.

    Autor: Lic. Gonzalo Ramos Aranda
    México, D. F., a 13 de octubre del 2012.
    Dedicado a la Señora Ana María Nava Yáñez de López (QEPD)
    Reg. SEP Indautor No. 03-2013-111212464200-14

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  2. DE COMO NUNCA JAMAS PERDER

    Allá, en el reino de Tacubaya,
    donde su estrella jamás desmaya,
    nació Ricardo “Finito” López,
    buscando gloria, dando de golpes.

    Los más pensados, selecta esgrima,
    los jabs, los uppers, fueron su mina,
    sabia defensa, triunfal carrera,
    un sólo empate en su friolera.

    Chequen los récords, su palmarés,
    ni una derrota, ningún revés,
    ganar fue siempre su amanecer,
    ¿cómo es que nunca llegó a perder?

    El box es fiera guerra de puños,
    arte con guantes, fuera rasguños;
    “Finito” López, genial esteta,
    frágil figura, cuerpo de atleta.

    Que fue su templo, bien entrenado,
    muy obediente, ¡disciplinado!,
    siguió las dietas, formal, estricto,
    campeón mundial, retiro invicto.

    Gimnasio a diario, como en la escuela;
    porqué hacen daño, dejan secuela,
    un ¡no a las drogas!, un ¡no al dopaje!,
    que eso nos quede de aprendizaje.

    Pies bien plantados, guardia derecha,
    tiraba el recto como una flecha,
    ganchos, cruzados, de noche y día,
    Samurais rinden su pleitesía.

    El ring, la lona, el encordado,
    en la fistiana fue el más amado,
    sudor, esfuerzo, bendita esencia,
    técnica, orgullo, peleó con ciencia.

    Púgil azteca, título paja,
    gran minimosca, que no se raja,
    fácil doce años, retuvo el trono,
    en tal sentido, fue gran patrono.

    Toda victoria su autoproclama,
    notable ingreso al Salón de Fama,
    libra por libra de los mejores,
    hay que gritarlo, rendirle honores.

    Usó el cerebro más que las manos,
    ¡qué inteligencia!, . . . seres humanos,
    mentor excelso, Arturo, “El Cuyo”,
    de Magdaleno, su padre, orgullo.

    Hijo prodigio, un bien nacido,
    por sus amores . . . más que querido,
    valora mucho lo que es la vida,
    grata entereza en su alma anida.

    Véanle la estampa, miren su cara,
    como se expresa, su voz es clara,
    piensa, medita, muy estudiado,
    bueno . . . hasta canta, pues se ha cuidado.

    “Colgó los guantes”, la paz, sosiego,
    Maclovio amigo, por Lara apego,
    “Pobre de mí”, “Garrid”, poesía,
    Friedrich Nietzche, filosofía.

    De Herman Hesse, “Lobo Estepario”,
    trabajar siempre su don primario,
    conferencista, cronista a ultranza,
    comentarista, . . . punta de lanza.

    Autor: Lic. Gonzalo Ramos Aranda
    México, D. F., a 13 de octubre del 2012.
    Dedicado a la Señora Ana María Nava Yáñez de López (QEPD)
    Reg. SEP Indautor No. 03-2013-111212464200-14

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